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OS LUSÍADAS Luís de Canoés (Canto Quinto XXI a XXV)

OS LUSÍADAS Luís de Canoés (Canto Quinto XXI a XXV)

OS LUSÍADAS Luís de Canoés (Canto Quinto XXI a XXV)

Nota del Editor:

Advertencia de Luarna Ediciones Este es un libro de dominio público en tanto que los derechos de autor, según la legislación española han caducado. Luarna lo presenta aquí como un obsequio a sus clientes, dejando claro que: 1) La edición no está supervisada por nuestro departamento editorial, de forma que no nos responsabilizamos de la fidelidad del contenido del mismo. 2) Luarna sólo ha adaptado la obra para que pueda ser fácilmente visible en los habituales readers de seis pulgadas. 3) A todos los efectos no debe considerarse como un libro editado por Luarna.

XXI.

«Cual tenaz sanguijuela que porfía

En los belfos de bestia (que imprudente

Bebiendo la cogió de fuente, fría),En sangre

ajena hartar su sed ardiente:

Que chupa más y más, y engruesa y cria,

Llenándose y creciendo largamente:

Ta la grande columna hinchendo aumenta

Su fusta y la alta nube que sustenta.

XXII.

«Mas despues quo del todo se ve harta,

El pie que toca al golfo, es bien recoja,

Y que lloviendo por los aires parta:

Ya el agua de la mar con aguas moja,

Y vuelve al mar el robo que la infarta:

Mas si salado fue, dulce le arroja.

¡Vean ora los sabios de este mundo

Qué arcano aquí se encierra tan profundo!

XXIII.

«Si los viejos filósofos, que hollaran

Tantas tierras, por ver secretos de ellas,

Por tanto riesgo cual pasé, pasaran,

Maravillas topando y cosas bellas:

¡Qué escritos tan magníficos dejaran!

¡Qué influencias de signos y de estrellas!

¡Qué estrañezas! ¡qué insignes cualidades!

Y todo, sin mentir, puras verdades.

XXIV.

«Pero ya cinco veces, bien ligero,

El planeta, que el primo cielo habita,

Ora el su medio rostro, ora el entero,

Mostró, mientras el mar la escuadra agita,

Cuando de la alta gavia un marinero

De pronta vista ¡tierra, tierra! grita;

Y á la cubierta la gaudiosa gente

Salta, y ve el horizonte del Oriente.

XXV.

«A manera de nubes ya se aclaran

Poco á poco los montes que antes vimos:

Las áncoras pesadas se preparan,

Y en llegando, las velas recogimos;

Para que así más ciertas se mostraran

Las partes que tan lejos descubrimos,

Por el nuevo instrumento de Astrolabio,

Invencion de sutíl ingenio y sabio:

 

 

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